"Todavía los indios ven a los blancos como seres brutales que tratan a sus hijos como enemigos que deben ser sobornados, castigados o mimados igual que frágiles juguetes. Piensan que los niños que así se crían crecerán dependientes, sin madurez y víctimas de explosiones de ira no dominada en el propio círculo de la familia."
Extracto de un relato de María Sandoz, que creció junto a una reserva de indios sioux en Dakota del Sur, Estados Unidos.
(Cita tomada del libro "Brújula para navegantes emocionales", de Elsa Punset)
7 comentarios:
Qué perla nos has ragalado con esta entrada, K.
Mil gracias.
Es que la educación es un pilar demasiado importante y no se está abordando adecuadamente, ya lo hablamos cuando la Feria del Libro ;)
Gracias, K.
Lal, me alegro si te ha gustado, pero más contenta estaría si me contarás tus razones ;-)
Buf, Jose, si es que me pongo de un pesaoo con este tema..jejeje
Caundo acabe de leer el libro os cuento más cositas.
Bes a los dos¡¡
Me ha gustado, a mí también, mucho.
¿Por qué? Pues porque creo que es un buen resumen de algunas actitudes que vemos alrededor. Aunque admito que me parece una exageración, o una generalización excesiva, como quieras.
Saludos.
Ay, Portorosa, ahí te hubiera querido ver yo, esta misma mañana, cuando mi panadera me contaba que su hija no la obedecía en absoluto, y eso que cuando tocaba algo prohibido, le pegaba en las manos...
Le dije, entre otras cosas, que ignorara sus conductas negativas. Su respuesta: si no le hago caso, se mete los dedos en la boca para vomitar.
Edad de la criatura : 16...¡¡¡meses¡¡¡
Cuando quieras hablamos de exageraciones ;-)
Encantada de leerte por aquí.
Ay, Portorosa, ahí te hubiera querido ver yo, esta misma mañana, cuando mi panadera me contaba que su hija no la obedecía en absoluto, y eso que cuando tocaba algo prohibido, le pegaba en las manos...
Le dije, entre otras cosas, que ignorara sus conductas negativas. Su respuesta: si no le hago caso, se mete los dedos en la boca para vomitar.
Edad de la criatura : 16...¡¡¡meses¡¡¡
Cuando quieras hablamos de exageraciones ;-)
Encantada de leerte por aquí.
¡Coño, entraba a comentar y me encuentro con que ya lo había hecho hace unos meses! Cada vez tengo peor la cabeza.
Bueno, pues aprovecho para decirte que creo que hiciste bien diciéndole a la madre aquella que con los niños hay que hablar y no pegarles.
Un beso.
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