Pérdidas.

Perdemos cosas y seres continuamente.
Perdemos sensaciones, emociones, esperanzas y miradas.
Perdemos ilusiones, sueños, guiños y paseos.
Perdemos personas que nos enseñan y se van....sin que el ciclo del tiempo se haya cumplido.
No nos permitimos resignarnos a perder esa mirada azul, esa sonrisa equívoca o esa voz que te toca directamente la entraña más primitiva y la deja sangrando.
Pero hay que dejarse violar por la ausencia, entregarse, doblegarse hasta el final del amargor, es la única manera de dejar que ese espacio libre y doloroso vuelva a tener contenido.
Y lo hará, siempre ocurre.
Conquistaremos nuevas miradas, ilusiones, proyectos, abundancia de presencia......simplemente, es la vida.