IGUALDAD

Sólo admito una igualdad: la de oportunidades.
Toda otra que se pretenda, será de base y , por definición, injusta.
Porque la esencia del ser humano es su unicidad, su ser ser único e irrepetible, por mucho que podamos compartir características biológicas y psicológicas.
Es un regalo de la naturaleza, y un misterio inagotable conocernos y conocer a los demás, todos distintos.
No importa si somos morenos o rubios, altos o bajos, si coincidimos en el color de la piel, si nuestros genes llevan un sexo u otro, si nuestra mente ama al mismo o no.
Desde la diferencia, desde todas las diferencias, nos dignificamos cuando acudimos a igualarnos ante la oportunidad, al cedernos el paso, seas quien seas y como seas, para alcanzar tus metas personales y laborales.
Pero eso no ocurre actualmente en muchos países.
En la mayoría, es la pobreza y la falta de democracia la que lacra el crecimiento personal, así como cuestiones culturales o religiosas que suelen chillarles a la cara a mujeres, niños y gays que no van a tener oportunidades iguales a la de los hombres o los hombres-ricos o religiosos.
En España la lacra es una especie de secta fanática (no podía ser de otro modo) de una muy influyente minoría de radicales feministas que han logrado inspirar al actual Gobierno para hacer cosas como el Ministerio para la Igualdad (entre otras muchas)
A qué igualdad se aspira? con que medios? con qué propuestas?
En tiempos de crisis (o de desaceleración) nos encontramos con que parte de nuestros sueldos nutren un ministerio cuyo objetivo yo no veo claro, lo que veo no lo puedo apoyar.
Lo más que me aporta es pensar que en España los hombres machistas son muy pocos, pues si no, no me explico como podrían aguantar toda clase de insultos y leyes dispares que les dejan, literalmente, con el culo al aire.
¿Y si fuera al contrario? ¿que ocurriría?
Se persigue y se apoya una Igualdad descabellada, porque ya he dicho que todos somos diferentes.
No es Constitucional una Ley que permite castigar a uno en función de su sexo, en España cualquier hombre hoy está más desprotegido que cualquier mujer, cualquier mujer puede decirle a la policia que mi marido, por ejemplo, es su pareja y que la ha pegado: dos días al calabozo garantizados. No existe el Habeas Corpus para los que tengan sexo masculino, mira tú que bien vamos.
Admiro a los hombres de hoy en España, que agachan la cabeza ante leyes tan repulsivas, y siguen haciendo su vida, y amando a sus mujeres y sus hijos, ejerciendo de padres, de compañeros de película (sí, los hay), que son capaces de confiar en que sus esposas no tirarán de la nefasta Ley de genero y luchan con nobleza por continuar sus vidas con normalidad.
Los admiro tanto como a las primeras feministas, aquellas que sí luchaban contra algo radicalmente injusto.
El camino adecuado a seguir creo que es más práctico que ideológico: guarderías, guarderías y guarderías.
Es decir, mientras la mujer siga siendo la que pare, necesitará un colchón social que atienda a la perfección a sus hijos si ellas optan por trabajar fuera de casa.
También es importante que se dignifique de una vez a las amas de casa ¿alguien se atreve?
Y, por favor, no mirar al hombre como a un enemigo, ya no lo es....
Las feministas de hoy se han cargado su mensaje y están en vías de acabar también con la dignidad de una diferencia: la de tener sexo masculino.
Como mujer y como persona (diferente, como cualquiera de los que me leeis),
NO quiero este Ministerio.