Comenatrio

Hace un minuto que he cometido este error, en vez de escribir “comentario” he escrito “cometrario”, ah, no¡, comenatrio¡¡

Y me mondo, lisa y llanamente, estoy sola tirada por los suelos, me ha hecho gracia el palabrejo.

Siempre me ha gustado jugar con las palabras, inventarlas, darles la vuelta, cambiar su sentido, repetirlas hasta vaciarlas de su significante.

Recuerdo la mirada de horror de una amiga mía, a la que llevo muchos lustros y por entonces era una niña, cuando le pedí que me ayudara a hacer una especie de experimento.
Quería probar que las palabras se deforman o se re-crean en cierto momento y luego se extienden. Algo así.
Entusiasmada, le rogué que dejara caer de vez en cuando “requetechupi” , ¡jajaja¡. Por supuesto que no lo hizo, no había nada más que mirar su expresión de “a esta se le ha ido la olla pero más allá del infinito”..

Meses después pegué un bote al escuchar la palabreja en labios ajenos...curiosidades del idioma y de los errores ( y del nivel de cursilidad también, jejejj).

El hondo y rápido calado de internet en nuestras vidas, que ha creado nuevas maneras de comunicarnos por escrito, ya sea en chats, blos, foros,etc, nos ha sorprendido a una gran mayoría sin conocimiento alguno de mecanografía y es lógico que escribiendo sin ellos y a dos o tres dedillos a lo sumo, la tecla baila al son equivocado.

Solemos disculparnos, pero....¿para qué?
¿Nos va a mirar mal alguien por no escribir correctamente todas y cada una de las palabras en este medio?

También es muy frecuente que en la red , en medios para comunicación de opiniones, expongamos nuestras apreciaciones seguidas de las siguientes frases:

-No sé si me explico
-No sé si se me entiende
-Perdón por el tocho

A eso me apunto la primera, ya que detrás de cada cosa que escribo me gustaría pedir perdón y que me fusilen al amanecer.

Cuando comenzaba a educar a mis hijos en la empatía, aún muy pequeñines, en reconocer cuando había que pedir perdón, no sabía que años después tendría que ayudarles a desaprender ese tema. Algo haría mal para que se convirtieran en ametralladoras de pedir perdón por casi todo.

Y en ello estoy.