Regalo de Reyes

Si en algo estimamos la nobleza de títulos (vaaale, cortaros un poco con los abucheos, please, jejeej) obtener un regalo digno de un Rey podría ser algo realmente fantástico.

Yo llevo días preparando el regalo que quiero ofrecer a las personas que osan leerme...y siguen vivitas y coleando.

Ya lo tengo preparado, peroooo....todo regalo ha de hacerse esperar, así que no os queda otra que seguir leyendo para aumentar vuestras ánsias y dejarme, como quién no quiere la cosa, contaros cómo he disfrutado de estos días.

Este año no esperaba regalo alguno, expectativa "cero pelotero", con lo cual, el regalo ha sido para mí una bomba en el mejor sentido.
Y no por lo material, si no porque lo realizaron mis dos hijas-pajes.

La Cabalgata en Sevilla es la ...pera? repera? hummm, quedaría mejor un buen taco aquí.

El hecho es que vas a ver la Cabalgata y te haces amigo de todos los que te rodean, hablas por los codos, chillas hasta decir basta, te inflas a coger caramelos y comparar las distintas especies (este año yo logré tres distintas, de gominolas blandas, menos blandas y redondas o rectangulares, toda una ciencia), botas y botas y rebotas con los beduinos, abucheas a los que tiran mal los caramelos (para todo hay que tener técnica, uff, que gran e incomoda verdad)te dejan al marido medio ciego y calvo a caramelazos, casi te dan ganas de dejarselo a los camellos...

Te dejas la adrenalina de todo el año llamando a los cuatro conocidos que participan: Miriiiiiiiiiiiiiaaaaaaammmm¡¡¡y etc, a voz en cuello, pero te la lo mismo, lo vives.

Te inflas a miradas tiernas sobre la cantidad de bebés que están sin estar, pues son tan peques que no se enteran de nada, pero sus padres, con babero todos, no dejan de jalearles y mostrarles la fiesta que está hecha sólo para ellos, los niños...

Y he aquí que una mozuela de unos chentaitantos quiere subirse en donde yo me ubico...su hija no puede con ella. Le tiendo la mano, y tenemos a octogenaria, bastón y sonrisa incluída, "corriendo" (como se puede hacer a su edad) a primera fila sin dejar de mirarme como sólo saben mirar personas de su edad: con cariño (me la quedo)Jajajaja, luego dicen que la Cabalgata es para los peques¡¡ No ví a nadie tan feliz como a ella¡¡.

Siempre me impresiona la calidad de las personas que gustan de darse de distintos modos. Observar a los que en la Cabalgata, por ejemplo, pasan horas bailando, sonriendo, besando, tirando caramelos hasta el máximo dolor de agujetas...ya es un regalo, me riego con sus sonrisas y sus pies doloridos.

Y para vosotros, los que teneis el valor de invertir tiempo en leerme....mi más sincera y confusa gratitud por ese regalo de estar aquí.

Espero que esto os guste, va envuelto en papel plata y malva (Lenka, casualidades de la vida)y a mis hijas y a mí nos arrancó una sonrisa, una lágrima y una buena conversación

Va por vosotros. Un besO.


http://www.youtube.com/watch?v=hKRgLvmamUY