Premonición

Lo supe nada más sentir tu mirada.
Te había ocurrido, a tí, te invadió en contra de tu naturaleza, en contra de tus deseos, de la realidad, de todo.
Te sobrepasó y tenías que decírmelo, pero no hizo falta...
Tus ojos sangraban en azul...hermosos y profundos, únicos, solos, tristes hasta la locura de la pérdida de lo que jamás fué ni será tuyo.
Derrotado, eras el angel caído más hermoso que pueda existir.
Y así te recordaré siempre, con las alas rotas, las plumas danzando a tus piés y la belleza, la tuya y la de tu dolor, eclipsando todo lo que pueda considerarse bello.
Y yo, dándome la vuelta, con la mente llena de alas rotas.
Alguien, no seré yo, las sanará.
Seguro