Ley de Menores y algunas consecuencias...

Me resulta imposible mantenerme impasible ante todo lo que está generando el desdichado caso de Marta del Castillo, en el que no paran de salir a flote las terribles consecuencias de una nefasta legislación sobre menores acunada en la LOGSE y demás.
Quizás el tremendo dolor de esta familia al final sirva para comenzar a enmendar errores sobre este tema que afectan a muchos más casos, no por menos mediáticos, menos importantes.

Caso Marta: cobrar por mentir.
ANTONIO BURGOS Sábado, 18-04-09
La realidad del Caso Marta del Castillo es tan horrible que si fuese el capítulo de una serie policíaca de televisión, era para cambiar de canal en cuanto que sale, otra vez, uf, qué asco, la repugnante y desagradable escena de la máquina como de guerra de las galaxias escarbando en el vertedero en busca del cadáver, mientras revolotea una bandada de pajarracos blancos, a modo de buitres del desierto o de cuervos ansiosos de carnaza. No son los únicos pajarracos que revolotean en torno al cadáver de la pobre Marta. Las televisiones han ido de cuervos, de buitres asquerosos, removiendo basuras en la absoluta ausencia de principios de un niñaterío que es símbolo de los degradados productos que elabora nuestro progresista sistema educativo y de esta sociedad amoral falta de cualquier código de valores, donde todo vale.
En todo este triste asunto, donde se ven a diario los costurones abiertos del fracaso del aparato del Estado y de la quiebra del garantismo que impusieron los progres de arte y ensayo, se escuchan pocas voces juiciosas. Todo es circo mediático, todo es «conectamos con Sevilla para ofrecerles la última hora sobre Marta». Con la tenacidad isidoriana de la gota de agua sobre la piedra, sólo la serenidad, sensatez y cordura del padre de la víctima, de Antonio del Castillo va poniendo lógica y ponderación en lo que unas veces parece tragedia griega, otras sainete, otras película de Torrente. Sin perder nunca ni los nervios, ni la compostura, ni las formas, el padre de Marta va adelantando las obviedad que los que debieran hacerlo se resisten a admitir. Antonio del Castillo, será por la cervantina fuerza de la sangre, va casi siempre por delante de la Policía y de la Justicia. El dolor debe de dar esa capacidad de intuición. Dolor a dolor, Antonio del Castillo ha conseguido que lo creamos más que al más autorizado de los portavoces.
Y ahora, cuando el circo judicial ha superado al mediático, que ya es decir, y la Fiscalía, en vez de empitonar a Rocío, la novia de Miguel Carcaño, confeso autor del crimen, la niñata que se paseó por los platós con su mamaíta de la mano para difundir versiones interesadas del suceso, va y le quiere meter un cuerno a las televisiones que le pagaron, por la monserga de la protección de menores. Piden que a la niñata le pongan 100.000 euros a plazo fijo, por los daños que le causaron cuando su mamaíta la placeó por los platós de peaje. En ese caso, ¿por qué no hay que indemnizar también a la mamaíta, como cooperadora necesaria para el lamentable sainete? Sainete judicial en el que sólo la sensata voz de Antonio del Castillo ha puesto las únicas palabras de cordura en este campeonato de despropósitos: «A la novia de Miguel la están gratificando por mentir. Si se paga a Rocío, también habría que indemnizar a todas las niñas que salen en el programa de Juan y Medio y a los amigos de mi hija».
¡Bingo! Continuamos para línea. Vamos a quitarnos las caretas sobre el garantismo de la protección de menores en las televisiones. Más que indemnizar a la novia de Miguel, que insisto que ya cobró su morterada, la Fiscalía tenía que haber empitonado a su madre, por haberla paseado por las televisiones. Si esto no es abuso de menores, que venga Dios y lo vea. Como no me quita nadie de la cabeza el argumento de oro que ha dado Antonio del Castillo: y a esos pobres niños que sus padres llevan a las televisiones como monitos amaestrados, para que canten, bailen, respondan a entrevistas, entrevisten a famosos y hagan teatrillos lamentables con Juan y Medio o con Bertín Osborne, ¿no hay que indemnizarlos por abuso de menores?
Como cuando saca los pliegos pidiendo la cadena perpetua, cada vez que oigo la sensatez del padre de Marta en todo este circo digo lo mismo: ¿Dónde hay que firmar, don Antonio?

2 comentarios:

Lenka dijo...

Es que es absurdo. Sobre leyes de menores, educación, pequeños tiranos, padres consentidores y demás ya hemos hablado largo y tendido, así que no me extenderé más.

Prefiero centrarme en este desatino total. Qué pinta una niña de 14 años respondiendo a la prensa, por mucho que le pixelen la cara para respetar su intimidad?? Qué ganamos con eso?? En qué beneficia al caso de Marta que salga esta niña y diga si su novio era encantador, o si llevaba sangre en las mangas?? Por qué tenemos que saberlo nosotros?? Eso no debería quedarse para la investigación, para la policía, los jueces y los implicados??? Qué supuesto derecho tengo yo a saber nada que salga de la boca de esa niña, sea verdad o mentira??

Y en qué pensaba la madre de esa niña?? Cómo calculaba ella que podría beneficiar a su hija el hablar con la prensa??? El puto dinero, con perdón, porque no se me ocurre otra cosa.

Si el novio de mi hija adolescente fuera sospechoso de un crimen, yo escondería a mi hija en el sitio más remoto, para protegerla. Y sólo respondería a la llamada de la justicia si considerase que mi hija debe explicar alguna cosa. El resto del mundo ya se podía morir de asco esperando a que yo pusiera a mi propia sangre delante de un micro a explicar nada. Para qué?? Por qué razón??

De verdad que es incomprensible. Y ahora hay que indemnizar a la niña??? Lo que habría que hacer, ya que se castiga a las televisiones, es castigar también a esa madre irresponsable que se plegó al circo. Porque quizá la menor no tiene cabeza para discernir, pero su madre debería tenerla. Sin su consentimiento, esa niña no habría podido ser grabada nunca. Pero fue grabada, cobró y ahora encima sigue cobrando. No lo entiendo. Que la indemnice su madre, entonces.

O será que mientras la niña podía ir de enterada inocente todo le parecía bien a la señora, y ahora que se sabe que ha mentido y ya no parece tan inocente, la señora está indignada por el sufrimiento de su pobre hija? Pues que se lo hubiera pensado, digo yo. Porque yo, ni estando totalmente segura de la inocencia de mi hija, la habría dejado declarar ante la prensa. Jamás. Ni por todo el oro del mundo, vamos.

Kaken dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, Lenka.
Y es más, no sólo es el puto dinero, es la puta irresponsabilidad sangrante de los progenitores de la menor y de la fiscal que pide, de oficio¡¡, para ella y otra menor, amiga de Marta, indemnizaciones sin acordarse, oh, que casualidad, de la propia Marta¡¡¡

Yo me sigo preguntando como es posible que una menor que confiese un mes después de los hechos que conocía que su novio era el autor de la muerte de una chica no haya sido aún detenida, no me cabe en la cabeza que ella y su familia, que acogieron al asesino confeso durante un mes, hagan vida normal...aquí se nos escapan muchas cosas y a la fiscalía también.

Me ha encantado tu comentario, gracias Lenka, un bes.