Se supone que usamos el lenguaje para comunicarnos.
¿Lo logramos siempre?
Se supone que hay distintos tipos de lenguaje según sea el interlocutor.
¿Es útil?
¿Como nos comunicamos los adultos con los niños?
Mi experiencia me cuenta al oído, muy bajito, que la mayoría de los adultos se comunican con los niños con un estrato de lenguaje diferente: tu Tarzán, yo Jane (justo así)
Los niños son tratados, a nivel lingüístico, como auténticos idiotas, incapaces, torpes y susceptibles de los mayores engaños.
Parece que a un niño se le puede decir cualquier cosa, porque como nosotros somos unos magníficos adultos (la adultez, que no la madurez, sólo la da la casual cronología) el niño, pobre tonto, se va a creer todo lo que le digamos.
Así, para lograr que dejen el pañal, es conveniente decirles que se les llenará de gusanos que le comerán (verídico, os lo aseguro)
Si queremos que se dejen de comer las uñas, nada mejor que decirles que el estómago se colapsará, que no podrán volver a comer.
Si tienen que dormir, llamamos al hombre del saco.
Los niños son capaces de atender y aprender de un lenguaje adulto. Sólo hay que emplearlo, a veces repitiendo, a veces ejemplificando, pero...desde bebés, hablarles como lo que son: se res hu ma nos.
Es un sin sentido crear un pseudolenguaje infantil basado en mentiras gusaniles cuando lo que queremos es que el niño nos entienda y nos atienda, nos tomamos doble trabajo de traducción y de dispersión de la realidad.
Por ejemplo, el tan oído “nooo, eso es caca¡¡” usado para que el niño no toque algo que el adulto ha decidido no debe tocar...es nefasto.
Lo que se provoca en el niño es confusión, en su proceso mental llamamos “caca” a mil cosas...y luego nos quejamos de que no controlen esfínteres....
Es mucho más sencillo y eficaz confiar en el niño y decirle la verdadera razón de porqué no es bueno para él tocar tal o cual cosa, hacer tal o cual cosa.
Es un esfuerzo que compensa con creces. Muy mucho.
Otra cosa es el lenguaje en el juego, aquí cabe todo tipo de creatividad, pero ya no se trata de comunicarse básicamente, si no de divertirse con los niños, de inventar palabras, de jugar con su pronunciación, imitar voces, de contar cuentos...todo cabe y es divertido y pedagógico a la vez.
Me niego a tratar a los niños, a los bebés, a quien sea, por su edad cronológica, como no capaz de reconocer y aprehender un lenguaje común....
(Si se me ha ido mucho la pinza me lo decís, eh?)
13 comentarios:
No se te ha ido la pinza para nada. Lo hacemos todo el tiempo, Kaken, tienes mucha razón. Desde el inofensivo: "mira, un guau-guau!!!" (polamordedios, es un perro, háblale bien al nene que así no habrá forma de que aprenda bien!!!) hasta todo ese folclore espantoide con el que los asustamos. Como el niño es pequeño (o sea, tonto, no entiende) para qué razonar con él? No hombre, mucho mejor asustarle con gusanos y hombres del saco. Ayns!
Ahora bien, las dos frases más demoledoras (para mí) que siempre algún listo le suelta a un crío:
- A quién quieres más, a papá o a mamá?? (Cárcel para el desalmado que pone al niño en ese brete y le inculca desde pequeño que el amor se gasta, se porciona y no alcanza pa más de uno)
- Si te portas mal no te querré más (Cárcel, azotes, trabajos forzados, tortura china y unos buenos cogotazos con cualquier tomo de psicología elemental. Yo SIEMPRE te querré, aunque seas el monstruo más malo del mundo. El amor no tiene condiciones, no con un hijo. Cómo voy a dejar de quererte por reñir con tu hermana, por hacerte pis, por desobedecer, por romper un jarrón, por suspender, por fumarte un cigarro, por pintarte el ojo a escondidas, por ser gay, por estudiar filosofía en lugar de derecho...? Bonito contrato sería. Si te portas mal me pongo triste, o me enfado, te castigo, pero JAMÁS dejaré de quererte. Puñetas!)
Qué decías de irse la pinza???
;)
Aclaro: no considero nada de lo anterior como "portarse mal". Me dio por enumerar la clase de cosas que, a veces, no superan el amor de padres. Siempre digo que lo de "incondicional", en algunas familias, es mentira. Demasiadas condiciones. Tantas que, al final, los niños y no tan niños pueden sentir una culpa terrible por vivir y ser quienes son, pueden llegar a creer que se portan mal. Ya sabes, lo de las expectativas y todo eso que tan bien cuenta Costillo.
Portarse mal es robar, estafar, matar. Y me temo que ni por esas se deja de querer a un hijo. A veces ni queriendo. (Otras se les deja de querer por muy poco, por desgracia, y de ahí mi enumeración)
No sé si me explico o lo lío más. Me voy a la cama, que estoy espesita ya.
Mañana te contesto a fondo,Lenka.
Me has tocado la fibra,ya te contaré.
Gracias mil por leerme y por lo que me aportas.
Un bes
¡¡¡Qué me ha gustado Kaken¡¡¡. Hay para mucho más. ¿Y sabes que es lo que más me gusta?. Que no sólo lo dices como algo teórico. Sé de buena tinta, jejejejeje, que es lo que practicas.
Respetar a los niños. A todos.
Queremos gente sincera y, desde niños, les mentimos. ¿Para qué?. Si van al dentista, se les explica antes que les puede doler, etc y puede que lo pasen mal, pero siempre van a confiar en sus padres, siempre se van a sentir seguros. La mentira sistemática crea inseguridad y falta de confianza en los padres.
A mí también se me ha ido la pinza, jejejejeje ¡¡¡ya somos tres¡¡¡
Un abrazo
Pero es cierto, Juan! Yo estuve malita de niña y tuvieron que ponerme inyecciones durante varios días. Sé que tenía menos de tres años, mi hermano no había nacido. Me daban miedo las agujas, como a casi todos los críos. Mi padre me dijo que a lo mejor dolía un poquito, pero que sería como un pellízco, que no pasaba nada. Y que había que hacerlo, porque estaba malita. Como demostración de que la cosa era soportable, agarró una inyección y se la clavó en la pierna. Me dejé pinchar sin problemas cada vez. Era de las pocas niñas que no lloraba al ir a vacunarse y tampoco me asustaba que me sacaran sangre (aunque me mareaba como un pato porque las venas siempre me han dado mucha grima)
Con esa técnica de mi padre nunca he tenido miedo al dentista, ni al médico en general, ni al dolor. Duele y se pasa, no importa. Se lo agradezco mucho, porque me evitó un montón de miedos.
Una buena duda duele más que una mala certeza.
A nosotros siempre nos ha pasado igual con nuestros hijos, aunque nunca me he pinchado una aguja, jejejeje.
Recuerdo una anécdota, que no viene al caso, pero la he recordado. Cuando yo llevaba más de 20.000 infiltraciones puestas, le tuvieron que hacer la prueba de la gota de sangre a mi hija. Preferí entrar yo, jejejeje, que ya estaba acostumbrado a los pinchazos. Pero cuando vi a mi bebe llorando después del pinchazo y ví su sangre, ¡¡¡¡ME MAREE¡¡¡. Jajajajaja.
Un abrazo
¡Hola!
No se os ha ido la pinza a ninguno, no... la colada sigue bien amarrada...
Voy un poquito más allá. ¿Os habéis fijado en que el tono empleado para hablar con los niños pequeños es el mismo tono empleado para hablar con los animales? ¿Habéis reparado en que se le dicen las mismas cosas a un bebé que, por ejemplo, a un perrito? "Cuchi, cuchi" "¿Quién es el mas bonito de la casaaaa?" "Cosita lindaaaaa". ¿Y por qué? En mi opinión, porque se les considera seres inferiores.
Lenka, comentabas el tema de portarse mal. Las críticas constructivas deben hacerse sobre las acciones, no sobre las personas. Ésto, que ya suele echarse de menos con los adultos, se vuelve casi inexistente con los niños. ¡Cuántas veces he oído decir a un niño no ya que se ha portado mal, sino que es malo! ¡Malo! ¡Un niño malo! No creo que exista ni un sólo niño malo, no al menos hasta que la semilla de la "educación" empiece a dar sus frutos. Y ya el colmo de los colmos es, por supuesto el "eres malo, ya no te quiero".
De todos modos, existe una tendencia terrible a hablar a los niños como si fuesen seres inferiores que no comprendan nuestro "difícil idioma adulto", y luego, en las cosas más esenciales, ser más bien parcos en explicaciones. Porque por ejemplo, si yo le digo a mi hijo un simple "recoge tu habitación", seguro que no lo hará. Sencillamente, porque no sabe lo que es "recoger la habitación". En cambio, si le digo "Rn., coloca los cuentos en las baldas, mete los juguetes en el cesto, y pon la ropa encima de la cama" no sé si lo hará o no, pero seguro, seguro, que comprende lo que le digo. Y como con eso, con el consabido "pórtate bien". ¿Qué narices es portarse bien? ¿No sería mucho más efectivo decirle al niño qué actitud es la que no nos gusta? ¿No será mejor, antes de entrar en una tienda, decirle al niño que no debe tocar las cosas de las estanterías, que decirle un simple "pórtate bien"?
Bueno, no sé si a mí también se me ha ido la pinza o no, pero desde luego me duelen los dedos de teclear, je,je... es que el tema da para mucho....
Por cierto, hace poco mi hijo cumplió cuatro años y le tocó vacuna. Unos días antes le estuvimos diciendo que le iban a poner una vacuna, que le darían un pinchazo, y que probablemente le dolería. Ya sabía que sería así, porque varios amigos ya habían recibido el pinchazo (varios amigos para los que la vacuna había sido "sorpresa, sorpresa"). Le explicamos que era probable que llorase, y como siempre que lo hace, le dijimos que no pasaba nada, porque con las lágrimas se va la tristeza. Ro. incluso le dijo que él, cuando era pequeño y le pinchaban, siempre lloraba mucho. Rn. fué perfectamente preparado mentalmente, y ..... no lloró. Y no sólo eso, sino que en la misma visita, a su hermana Ir. también le tocaba la vacuna de los cuatro meses, y Rn., tras haber recibido su propio pinchazo, trató de tranquilizarla, y al no conseguirlo (obviamente), puso todo su empeño en consolarla, sin parar de acariciarla y tratando a toda costa de ponerle el chupete. Y según lo estoy escribiendo, no sólo se me caen las babas, sino también las lágrimas, así que antes de arruinar el maquillaje, os dejo.
Buena tarde a todos...
Necesitaría meses para poder procesar todo lo que habeis comentado.
Para empezar, me lo he pasado bomba leyendoos.
Para terminar, creo que los tres compartimos la misma visión del niño, de la infancia.
Y, en medio, han surgido tantas cosas¡¡
Lenka, tu padre genial, como de costumbre, tan entregado, tan inteligente, tan original y eficaz.
Rose, no sabes como comparto y comprendo tu forma de ver las cosas y de hacerlas, me da paz saber que coincido con personas que sienten así la maternidad y la educación, que viven al niño como a un ser que ha de ser igual (o más, puesto que está en formación) de respetado que un adulto.
Juan, contigo por aquí mantengo las formas, no vayamos a llenar esto de babas, los dos sabemos lo que tenemos que saber ;-)
Espero poder ver algún día a Lenka como madre, estoy segura de que tus hijos serían muy afortunados, ya sabes,modo pitonisa-intiutiva-modo-on ;-)
Y Rose, tal y como veo que percibes y vives a tus niños...estoy segura de que eres una madre del 10, como mínimo¡¡
Un bes con chupete ;-)
Kaken, espero que no sea demasiado tarde y puedas leer esto. Cuando lei la entrada no queria comentar porque preferia enseñarsela a mi hermana y que ella opinara como diplomada en educación infantil. Ya la ha leido y me ha escrito esta opinion, a ver que te parece:
"En parte estoy de acuerdo con lo que ha escrito tu amiga y en parte no. Claro está que hay que matizar, los niños son niños y en apenas meses de diferencia la diferencia de capacidad y raciocinio es bestial. No es lo mismo tratar con mis niños de 3 años que con los de 6.
Quizas lo del "guagua" y lo del "pipi" para niños de más edad es infantil, pero para los más pequeños es incluso mejor. El cerebro del niño es un cerebro perfectamente formado, pero la forma de aprendizaje es muy distinta a la adulta. Los niños aprenden por mimetizaje, son loritos de repetición y en su esquema, en su cerebro, ellos ven a un perro y la primera conexión que hace es con el sonido que emite. Ten en cuenta que asi es como el niño aprende a decir mama y papa. No es porque el crio sepa que eres su padre o su madre (lingüisticamente hablando, porque biologicamente te reconoce) si no que te llama mama porque él "ve" que tu repites todo el tiempo esa palabra y te toma como algo parecido al ladrido del perro o el piar del pajaro. Lo mismo pasa con "agua" o cualquiera de sus primeras palabras. Su cerebro está empezando a hacer nuevas conexiones y hay que dejar que el crio afiance esa nueva conexión para después corregir o aclarar los matices.
Respecto a lo de decirle el porqué de las cosas estoy de acuerdo que siempre que se le pueda razonar al crio mejor que mejor (cada crio es un mundo), pero también ten en cuenta que para ellos muchos conceptos son totalmente incomprensibles, como pueden ser los conceptos abstractos. Como ejemplo (que siempre me lo ponen en la facultad) el fuego y quemar. Tu le puedes decir al niño que no toque el fuego que se puede quemar y el niño es capaz de asociar lo que es fuego, pero no razona lo que significa "quemar" porque, aunque a primera vista no lo parezca, es un concepto abstracto. Incluso muchos de los que hoy dia somos adultos no sabemos realmente lo que es quemar si no nos hemos quemado nunca. Lo tipico: niño abrigate que te resfrias, niño ponte bajo la sombrilla que te quemas, niño no comas tantos dulces que te puedes poner malo después..... todo eso son cosas que hasta que el propio individuo no experimenta no sabe razonar realmente las consecuencias.
Los niños siguen un sistema de aprendizaje parecido al perro de Paulov (campana-comida-saliva), pero eso no implica que los tratemos como tontos. Son muy listos, inteligentisimos. Se ha demostrado que los bebes inferiores a un año entienden conceptos matemáticos. Es decir, no es que le pongas una raiz cuadrada y la sepan hacer, pero prueba a poner un trapo y coger juguetes. Empieza a esconder un juguete detras del trapo y luego esconde otro. Se rápida y retira el trapo junto con uno de los juguetes para solo mostrar el otro. El niño se queda mirando extrañado y busca con la mirada el juguete perdido. No es consciente de que ha descubierto una inconcluencia matemática, pero entiende que algo raro está pasando (y eso doy fe de ello porque lo he hecho como experimento para clase en el colegio de prácticas)
Hay gente que habla a los niños con el tipico deje que parece que son sordos o de otro planeta y eso puede que para edades inferiores esté adecuado por lo que he escrito antes, pero hay otras veces que miras en ese momento al crio y tiene una cara de estar pensando completamente "este ti@ es gilipollas". No sé si has visto la pelicula de "Mira quien habla" o "Unos peques geniales", en ellas salen los pensamientos de los niños antes de hablar y, la verdad, aunque es en broma, no estan muy alejados de lo que se supone es verdad.
Me dejo muchas cosas sin escribir, pero es que esto da para un paquete 500 folios. Si no entiende algo dile que pregunte con toda la confianza."
Pues eso, besos ;)
Hola Jose¡
Me ha emocionado que tu hermana y tu os hayais tomado tantas molestias.
Y la verdad es que lo he leido dos veces y me ha dado mucho que pensar.
Cuando tenga más tiempo comentaré alguna cosilla que me ha llamado la atención.
Ah, tengo la suerte de tener un chisme que me avisa en el correo de si tengo algun nuevo comentario, y hoy me ha venido genial ;-)
Dos bes (no vale quedarse con el de tu hermana)
Supongo que llego tardísimo. Me ha encantado la entrada, y los comentarios son muy interesantes, en especial el de la hermana de Jose (que me imagino que tendrá nombre ¿no?)
Yo soy muy ignorante en el tema, no siquiera tengo hijos, pero disfruto a diario de dos sobrinos en edad de comérselos (2 y 1 años. Es cierto que entienden muchísimas cosas, y que están al loro de todo, aunque pienses que no se enteran. Pero lo que más me gusta es cuando intentan entender algún concepto nuevo, como lo de quemar, o Navidad, o las relaciones familiares, que la abuela sea mi mamá no les gusta nada. Es pasmoso como cada día incorporan cosas nuevas.
Me gusta lo que explica la hermana del tono de voz. Una vez leí que ese tono hace que el bebé identifique la comunicación como dirigida espresamente a él, y la discrimina del tono de voz que se usa entre adultos, por lo que le presta mayor atención y, además le reconforta. No se si es un dogma o una teoría, pero me pareció lógica.
Muy bonita entrada Kaken.
Muchas gracias de parte mia y de mi hermana (que se llama Alba) ;) Y el beso ya ha sido recibido.
Ina, le he preguntado lo del tono de voz y me ha comentado (asi por encima y lo que puedo recordar) que el tono de voz ese que se utiliza lo que hace es llamar la atención del bebe porque siente que es distinto al del resto de seres y por tanto le presta mayor atención. Y como se utiliza un lenguaje con estructura simple facilita EN PARTE que aprenda. Pero me repite y reitera que esta bien para una determinada edad, que cuando el niño vaya creciendo (meses) ya hay que ir cambiando hacia un tono más parecido al adulto.
(PD: mi hermana esta encantada con el interes suscitado, jaja!!)
Jose, ya estoy aquí¡
A lo que nos cuenta Alba, nada que objetar, me ha encantado porque he aprendido cosas y comprendido otras.
Jose, por supuesto que he usado tonitos, dicho pupita y he echo el indio y el ridículo mil veces con mis adosaditos. Y, como muy bien dice Alba, dependiendo de la edad.
Al igual que ella, yo también me pido 500 folios para exponer lo que no son más que experiencias, jajaj¡
Es muy interesante el ejemplo de "quemar". Me ha hecho recordar que cuando mis hijos empezaban a andar, la primera visita era a la cocina: una vez allí les acercaba la manita al fuego muy despacio, les decia que iban a notar calor, que eso les podía quemar y....hacer pupa.
De lo concreto a lo abstracto.
En cualquier caso, Jose, lo que quería "reivindicar" en un post tan corto es que no nos quedemos en el lenguaje infantil, que ya es hora de darles su sitio de respeto absoluto a los niños. Y eso es complicado porque hay aún muchoa gente que les habla a sus hijos de 20 años como si tuvieran tres meses...
Un bes para Alba y otro para tí.
Ina, estás en tu casa, nunca llegas tarde ;-)
Y no considero que seas una ignorante en la materia, sencillamente tienes experiencias diferentes, como todos.
Un bes
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