No-evolución

Me he levantado, como todas las mañanas, con la legaña puesta y sintiendo, a mi edad y después de tanntos amaneceres, que es delito madrugar, debería serlo.

Aún así he sido capaz de vestirme, de cualquier manera, eso sí, tomarme un café de un trago, lavarme los dientes, fumar el primer cigarro y salir disparada con mi niño envuelto en besos hacia el cole, felizmente muy cercano.

Una vez de vuelta a casa he planeado el ataque con Carlos Herrera, primero las camas, los cuartos de baño, luego la plancha...no, mejor ni la miro..

¿Que comemos hoy? Tengo unos riquísimos filetes de ternera, para acompañar, patatas fritas, pero en la radio dicen como hacer tortilla de patatas en el micro, me lo apunto, lo hago.

Cachis, he dejado para cenar huevos rellenos, así me dará tiempo de ir al gimnasio, se me han terminado..

Corro, me arreglo, hago compras, recados, subo a casa, cuajo la tortilla mitad de microondas (riquísima), me niego a mirar la montaña suplicante de ropa de plancha y me voy hecha un primor a recoger a Isel.

Ella sale a la 1,30, Nacho a las 2, tenemos el margen de media hora para nosotras solas, en el Cofiñal, frente a una cervecita, una coca-cola y unas deliciosas aceitunas..

Y eso hacemos, nos merendamos esa media hora a solas.

Recogemos al peque, vuelta a casa frente a una opípara comida, de postre hay fruta y chuches, charla y Supervivientes, cabezadas de sueño, planes y horarios, besos y bromas...

Se me ha ido Canción de Hielo y Fuego, Jaime ya no está....pero ha entrado en mi salón Harry Potter y toda su compañía.

Hora de recoger la cocina minimamente. (Sigo sin mirar el Muro de plancha).

Dejo a mi pesar a Harry y me preparo para ir al gim con la tranquilidad de saber que la cena está lista.

En la hora de body pump, me siento viva, siento mi cuerpo, mi esfuerzo, mi dolor y mis recompensas, las mayores, el contacto con gente que se ríe, que conversa conmigo con mirada limpia..

Vuelta a casa, agotada pero feliz, que ricos saben los huevos rellenos, hummm, la cervecita fresca, la naranja que parece una gominola de dulce y jugosa...

Antes de cenar he olido las fresas que he comprado hoy, cerraba los ojos y aspiraba, y me llevaba hacia dentro el olor intenso y hermoso de fresa, de hierba, de tierra...y eso que yo no las como..

Y luego, el pijama, la hora tranquila, el pc, los correos compartidos...

Los besos de buenas noches a los niños y los guiños de pareja, y...

Isaías no tendrá nada de esto nunca más.

Va por tí Isaías, y por todos los que, como tú perdieron por pensar distinto de una mínima minoría.

Ninguno de vosotros podreis disfrutar vuestra particular rutina.

Espero vivir lo suficiente para ver el fin de ETA, con la Ley en la mano.